Los machos de la especie de pez Photocorynus spiniceps son los vertebrados mas pequeños de los que se tiene conocimiento; mientras que la hembra alcanza unos colosales 50mm de longitud, 6.2mm hacen de ellos los amantes mas pequeños del reino animal.
Sus testículos gigantes ocupan casi la totalidad de su cavidad ventral, una verdadera muestra de virilidad y altamente atractivo para la hembra.
¿Suficiente para que el macho pueda aparearse las 24 horas del día? Difícilmente. Se necesita además una macabra fidelidad que lo une a la hembra haciédolo esclavo y amante eterno.
El macho cuenta con estructuras bucales similares a dientes afilados con los que tiernamente se ancla al cuerpo de su amada, sus pieles se unen, sus sistemas circulatorios se fusionan tiempo después. El macho pasa entonces a ser un parásito sexual cuya única función es producir esperma, viviendo de los nutrientes que ella ingiere, arropado en las entrañas de su pareja el resto de sus días; ella, pasa a ser un hermafrodita auto-fertilizante.
Romántico, juntos para siempre.
Lectura complementaria: Parasitismo sexual, Photocorynus spiniceps.
1 comentario:
Somos unos monstruos! pero no elegiría ser otro género.
Publicar un comentario